Carlitos way

Publicado por: Magenta Sport On 15:56
Por Roberto Castro
Como es de público conocimiento, Carlos A. Mannucci ha decidido aliarse estratégicamente con el IDUNSA de Arequipa para la temporada 2010. Daniel Salaverry, quien en la práctica rige los destinos del cuadro carlista, anunció el acuerdo con las autoridades de la Universidad Nacional de San Agustín para que el hasta ahora cuadro granate pase a emplear los colores, el escudo y los emblemas del equipo símbolo de Trujillo, así como efectuar su mudanza de sede de Arequipa a Trujillo para, además, tomar un nuevo nombre comercial. En DeChalaca.com hemos querido informarnos bien de los propósitos que conciernen al acuerdo antes de emitir una opinión sobre él, que es, en realidad, lo único que puede hacerse por el momento debido a que la factibilidad de la alianza no está todavía confirmada. De hecho, fuentes oficiales del cuadro carlista confirmaron a esta página web que si la ADFP-SD no autoriza el cambio de sede del ex IDUNSA a Trujillo, el acuerdo quedará inmediatamente sin efecto.A modo de preguntas y respuestas, algunas ideas sobre el deal entre trujillanos y arequipeños.

¿Es válido comprar o vender una categoría?
Reglamentariamente, sí, siempre que el comprador sea una institución o un grupo que no tenga representación en la misma u otra instancia del sistema de campeonatos en el cual compite la institución vendedora. Éticamente, también: el fútbol, en su dimensión de negocio -tan válida como la de deporte o espectáculo-, admite inversionistas que puedan darle mejor respaldo a un equipo, y si ello exige un cambio de identidad, es válido acometerlo.

¿Por qué Carlos A. Mannucci no puede tomar automáticamente el lugar de IDUNSA?
Precisamente porque es una institución inscrita en el mismo sistema de campeonatos que el cuadro agustino, aun cuando milite en una categoría distinta. La nueva reglamentación FIFA impide que se dé un caso de esta naturaleza, como sí era permitido cuando se dio el antecedente más directo: cuando en 2006 Alfonso Ugarte de Puno, como tal, compró la categoría del Atlético Universidad de Arequipa -de la misma universidad matriz del IDUNSA-, y pudo jugar la Segunda División de esa temporada.
Ahora eso no es factible.

¿Qué solución hay para Mannucci, entonces?
Que IDUNSA adopte toda su identidad: camiseta, emblemas, sede, jugadores. Y que emplee un nombre alternativo a la denominación Carlos A. Mannucci, puesto que esta no podría ser empleada. Es, en cierta forma, una "sacada de vuelta" a la norma, pero válida en el marco de lo permitido. Y el mejor ejemplo para ello es lo hecho por Total Chalaco, equipo que, para efectos de documentación oficial, se llamó todo el año pasado Total Clean, pero se valió de un nombre comercial para explicar la adopción de la identidad del Atlético Chalaco -aunque tras la concreción de la compra, los socios del viejo cuadro porteño hayan deslindado todo tipo de vínculo respecto del Total Chalaco-. Así, vale recalcarlo, el nuevo club podría llamarse de cualquier forma, excepto Carlos A. Mannucci.

¿En qué más se parecen los casos de Chalaco y de Mannucci?
En que no han sido los clubes compradores los cuales, en estricto, han hecho los acuerdos con los clubes vendedores. En el primero, Alexander Kouri, quien había sido elegido presidente de Atlético Chalaco, compró la mayoría de las acciones del Total Clean (club constituido como sociedad anónima) a título personal; Atlético Chalaco, como institución, no tuvo participación en ello y por eso sus socios decidieron no apoyar al Total Chalaco. En el caso de Mannucci, ocurre algo parecido en teoría: Daniel Salaverry no es formalmente presidente de Mannucci -ante Registros Públicos, el elegido es Elías Vásquez-, pero funge como tal debido a su condición de mecenas del club. Y es él quien a título personal ha hecho la negociación con IDUNSA, no el Carlos A. Mannucci.
De hecho, dado que, a diferencia de Total Clean, IDUNSA no es una sociedad anónima, para que la alianza opere, tiene que darse una figura tal como que Salaverry o alguien vinculado a él o Mannucci sean elegidos como directivos del IDUNSA, y a partir de esa posición hacer cambios en el club. Es decir, formalmente, el Carlos A. Mannucci como institución no podrá tener un vínculo directo con IDUNSA, sino a lo sumo compartir una ligazón comercial.

¿Eso quiere decir que al nuevo club le va a ocurrir lo mismo que a Total Chalaco?
No, o al menos no necesariamente. A diferencia de Kouri, quien pasó por Sport Boys y luego -hasta donde se conoce- vendió su participación en Total Chalaco para concentrarse en sus ambiciones políticas, Daniel Salaverry ha mostrado hasta ahora ser un personaje totalmente identificado con Mannucci y que ha invertido para que el club logre el objetivo que se planteó -llegar a Primera en sus Bodas de Oro, cosa que no consiguió al quedar eliminado en Cuartos de Final de la Copa Perú 2009-.
En realidad, todo pasa por un asunto de confianza. Si los socios de Mannucci piensan que Salaverry mantendrá al nuevo club siempre vinculado con el antiguo, vale la pena que apuesten; porque en realidad, en términos formales, el empresario tendría total y legítimo derecho de defender su inversión reorientando el club hacia cualquier otro giro distinto en el futuro, ya que sería él y no Mannucci el que haya hecho el convenio.
Quizá un contrato privado de utilización de emblemas pueda caber, pero eso ya es un tema que deberán resolver los interesados.

¿Mannucci tiene otra salida?
En la práctica, no. Institucionalmente, hay que decir con mucha pena que el equipo símbolo de Trujillo tiene -como muchos otros en el país- un estado precario: apenas alrededor de 30 socios oficialmente registrados y al día, principalmente jugadores de las campañas de inicios de la década que pasó. "Cuando se necesita algo, se recorren las casas y se recoge las firmas", contó a DeChalaca.com una fuente allegada al club.
Por ello, si la voluntad del mecenas es ir a Segunda, Mannucci tiene que acogerse a ello. Y de hecho, que alguien como Salaverry esté invirtiendo en levantar la imagen del club es sano y saludable; pero a la vez es imprescindible que ese crecimiento futbolístico -pasar a una categoría superior- vaya de la mano con uno institucional. Es un reto parecido al que tiene el Juan Aurich de Edwin Oviedo, por ejemplo: crecer de la mano del mecenas, pero no perpetuar esa dependencia, sino caminar paralelamente hacia el fortalecimiento de la institución. El 'Ciclón' ha comenzado a hacerlo con el nombramiento de Antonio García-Pye como gerente; ¿qué hará Mannucci en ese sentido?

¿Qué dicen los antecedentes?
En realidad, en el fútbol peruano no hay muy buenos precedentes para este tipo de operaciones. Los "equipos fusión", casos del Aurich/Cañaña o del Grau/Estudiantes, han devenido en insufribles engendros (¿alguien se imagina un Alianza/Universitario?) y terminaron desapareciendo. Y los "equipos clones", como el Total Chalaco, tampoco funcionan.
¿Qué tienen en común esos casos? Que la institución original permanece existente a la vez que se crea la nueva: Juan Aurich, Atlético Grau o Atlético Chalaco permanecieron jugando en sus ligas mientras sus "equipos paralelos" iban a Primera, y luego de extinguidos estos, Deportivo Cañaña o Estudiantes de Medicina incluso fueron refundados. Y ese caso es, en estricto, el mismo que se está planteando con Mannucci: que el equipo original permanezca jugando la Copa Perú con juveniles, mientras el nuevo equipo milita en Segunda.

¿Cuál es el riesgo de mantener dos equipos?
Varios. Primero, que se corre el riesgo de tener socios o hinchas que no se identifiquen con el nuevo equipo y promuevan preservar la identidad con el antiguo, lo cual le genera una competencia innecesaria al club al cual se le están destinando recursos. Segundo, que para el mismo club es complejo tener que estar prestando atención a dos frentes cuando sería más eficiente que se concentrara en uno solo. Y tercero, que en realidad no es muy deportivo buscar llegar a un objetivo por varios flancos, lo cual ciertamente es una tara que el sistema de ascensos del fútbol peruano -como un todo- tiene pendiente corregir hace tiempo de un modo muy simple: permitir la existencia de equipos filiales que estén impedidos de compartir la categoría con un equipo de su misma institución, como ocurre en España.

Entonces, ¿cuál podría ser un camino viable para que la apuesta de Mannucci tenga éxito?
Hay dos. El primero, más radical, es dejar la institución original y concentrarse exclusivamente en la nueva. Es el caso, por ejemplo, que atravesó Juan Aurich cuando descendió en 2002. Agobiado por las deudas con la Sunat, dejó morir la anterior institución y se refundó como Juan Aurich de La Victoria -por el distrito al cual se afilió-. Sobre esa nueva identidad, heredera de la original, el 'Ciclón' ha construido su exitoso presente.El otro camino para Mannucci es seguir los ejemplos de los casos exitosos de fusión institucional. El más idóneo de ellos, el que mejor le calza, es el de otro club símbolo de su ciudad y con trayectoria en el fútbol peruano: Coronel Bolognesi de Tacna. Con manejo de sociedad anónima, se convirtió formalmente en tal cuando la ley lo permitió; pero deportivamente, no consiguió el ascenso a Primera vía su equipo principal, sino a través del Deportivo Bolito, equipo vinculado que formalmente funcionaba como un club diferente. Al subir Bolito a Primera, Bolognesi le trasladó su identidad y ha mantenido en la Liga Distrital de Tacna al antiguo equipo, pero ambos están bajo el cobijo de una misma institución y una misma directiva. Es cierto: formalmente el antiguo Bolognesi aún puede ganar la Copa Perú y llegar a Primera -o a Segunda desde 2011-, pero esa no es una pretensión explícita de su matriz, sino más bien la de foguear a sus divisiones menores. De algún modo, ha seguido un proceso más ordenado que podría ser imitado por Mannucci, quién sabe si también apostando por un modelo de sociedad anónima que, sin ser la panacea por sí mismo, es más adecuado para el modelo con que hoy opera el cuadro carlista -un inversionista principal que lo sostiene-.

¿Le conviene a la Segunda el concurso de Mannucci?
Por supuesto. Es el equipo más importante de la ciudad que lidera el crecimiento económico de la costa norte del país, y consolidaría el carácter descentralizado de esta Segunda renovada: que equipos de trayectoria como Torino o Bolognesi participen en ella le da realce al certamen y levanta el interés mediático y del aficionado. En ese sentido, a los demás clubes participantes les conviene facilitar la participación de Mannucci en Segunda: no permitirlo sería miope y mezquino, ya que sería una decisión pensada solo con la estrechez de no bloquear potenciales rivales para el ascenso, cuando ese cupo al final es para uno solo y lo que les conviene a clubes que estarán varios años más en la categoría es tener un torneo más comercializable.Por ello, si existieran problemas o riesgos con el acuerdo Mannucci - IDUNSA, ellos no serían en ningún caso para los demás, sino solo para el propio Mannucci. Es al cuadro carlista, a sus socios e hinchas, a quienes les corresponde encontrar el mejor mecanismo para neutralizar los riesgos arriba descritos, y así lograr que esta aventura tenga final feliz.

0 Response to "Carlitos way"