Frecuencia Latina: gracias por la transparencia

Publicado por: Magenta Sport On 9:02

Ser justos y objetivos es una obligación moral que los periodistas no podemos soslayar. Por tanto debo rendir mi más admirado homenaje a Frecuencia Latina, conocida también como Canal 2 o “el Canal de Ivcher”, por el extraordinario servicio que han prestado a la educación ciudadana. Un servicio que es imprescindible para penetrar en las entrañas de esta maravillosa democracia nuestra de cada día. Gracias a ellos y su vocación pedagógica, muchos, que hasta ahora no podían comprender los engranajes de este sistema, tendrán acceso a una más diáfana visión del mismo y se sentirán, en algunos casos, más predispuestos a enaltecerlo. Enhorabuena entonces por Ivcher, por sus gerentes y colaboradores, por sus asesores y por todos los que se sientan orgullosos de pertenecer a la gran familia de Frecuencia Latina.

Ese logro, que no termino de aplaudir, no es haber puesto patitas en la calle al inteligente pero conflictivo Beto Ortiz. El logro, obra maestra de pedagogía digna de Pestalozzi o Paulo Freire, es haber sido claros, precisos y contundentes en los motivos que los llevaron a emprender tal acción. Esa expresión, sin los eufemismos propios a los que es tan afecta esta sociedad, me llena de júbilo: lo botamos porque no se ajusta a la línea editorial del Canal. ¿Qué es eso de no seguir los lineamientos del Canal? ¿Con qué derecho un atrevido y minúsculo –gordo pero minúsculo– periodista se atreve a pensar por su propia cuenta? ¿No sabía, acaso, ese tal Ortiz, que él está solo allí como personero de las alambicadas concepciones que pergeñaron los dueños de la empresa?

Uno está tentado de preguntarse, desde su insignificancia periodística, si Bayly representa la línea editorial del Canal y si esa línea es tan amplia, democrática y tolerante que permite burlas y afrentas al propio dueño de la estación emisora. Y el mismo sistema que obliga a respetar la línea editorial responderá con la lógica que le es propia: Bayly nos deja unos cuantos millones de dólares, Beto no. Es decir que el dinero puede alterar la línea. Si lo puede hacer Bayly con su programa semanal, ¿qué no podrán hacer intereses económicos bastante más poderosos? Recordemos a Montesinos, Canal 4 y otros injertos menores.

Y segunda y más valiosa enseñanza: cuando se habla de libertad de expresión se habla, naturalmente, de grupos económicamente poderosos que pueden disponer de un medio de comunicación para hacer valer sus ideas, defender sus intereses coyunturales y materializar las alianzas pertinentes para que nada que los perjudique pueda ocurrir: llámese esto una ley o la emergencia de algún político que no siga “la línea del canal”.

Los dueños del dinero son los dueños de la opinión pública, y gran parte de esta se ha hecho perezosa y ama los alimentos predigeridos. Los periodistas servimos al pensamiento del patrón y nos guardamos nuestras opiniones para compartirlas en el círculo familiar.

Ese es el tipo de libertad que ofrece esta sociedad como, generosamente, lo ha demostrado Frecuencia Latina.

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