Jueces con rostro

Publicado por: Magenta Sport On 16:39
Por Miguel Villegas

ALBERTO TEJADA: “TEJADINHA”
El árbitro más exitoso de los 90 también tuvo su noche infame. Fue el 17 de julio de 1995 en el Argentina-Brasil por los cuartos de final de la Copa América de Uruguay. Tejada permitió que el brasileño Tulio empatara el partido 2-2 tras bajar la pelota con el brazo izquierdo. Passarella, el técnico argentino, dijo que “les robaron”. Unos hinchas colgaron una bandera con la inscripción: “Esta es la mano del diablo”. Pero Tejada no se hizo el ciego. Al contrario. Esa misma noche reconoció su falta. El doctor ya estaba curado. Ese 1995 el destino le iba a dar otra manito: en el clásico en Matute, de octubre, cobró un penal por mano de Pepe Espinoza, pero luego se retractó. Yuri Pineda era su línea y generaron un escándalo. En el dolor, hermanos. Ese fue el capítulo más oscuro en su luminosa carrera de dos mundiales de fútbol dirigidos. El urólogo es hoy uno de los alcaldes con mayor índice de popularidad en la capital. Cada vez que a un vecino de San Borja le piden una opinión favorable al toque, sin ironía, sin cachita, levantan la mano. Para responder, se entiende.

LA SEÑORITA SILVIA REYES
Silvia Reyes se pone un short cortísimo, casi un hotpants, y los hombres la miran como queriendo devorarla, la silban con tarado apasionamiento. Podría ser una escena de la chica sexy que se luce en una calle cualquiera pero pertenece a abril del 2008 en un estadio. La mala suerte le presentó a un cavernícola, Mario Leguizamón. El uruguayo de la San Martín fue expulsado por la única árbitra FIFA del país y en la calentura estúpida le dijo cosas que no se dicen ni en una chingana. Se generó un debate, hablaron en la Conar, piteó la ministra de la Mujer, zapateó el movimiento Manuela Ramos, la postularon para el siguiente clásico. Pero los enojados fuimos todos. “Yo a ese señor no le voy a aceptar ninguna disculpa”, dijo la chica Reyes. Hasta entonces era la mujer de mayor futuro en la Primera División. Desde entonces, su carrera quedó marcada. ¿Dónde está? Silvia, me parece, merecía otros silbidos.

JORGE TORRES, “PELLEJO”
“Pellejo” Torres era el honesto administrador de una flota de taxis y esa tarde de 1996 tuvo un problemón con “El Expreso de Medianoche”. Torres era un árbitro de nivel discreto, pero no se le conocía miopía o daltonismo. Criticado por no castigar con tarjeta roja una patada directa a la canilla del capitán de Cristal Pedro Garay al entonces delantero de la “U” Luis Guadalupe, “Pellejo” pasó a convertirse en un juez prescindible. Tanto que fue “degradado” a “linesman”. ¿No recuerda a “Pellejo”? Tenía físico de bebe grandote: el short por encima del ombligo, zapatillas lustraditas. A Torres lo habían apodado “Pellejo” porque en una pichanga de su barrio lo molieron a golpes y así se presentó a dirigir. “Pareces un pellejo”, le dijeron sus patas, cuenta la leyenda. Seguramente le tocó ser árbitro, como esa tarde del 96 en el Nacional.

PERCY ROJAS NO ES UN ÍDOLO
Este árbitro FIFA es el más polémico de los últimos años. Alguna vez, el jefe de los bomberos y entonces titular de la Conar, Tulio Nicolini, olvidó el protocolo y lo incendió: “Le falta personalidad”, dijo. Lo cierto es que Percy Rojas colecciona problemas: en el 2008 expulsó a Sergio Leal por “empujarlo” y al uruguayo lo castigaron seis meses. Al año siguiente hizo lo mismo con Leao Butrón, y al arquero lo mandaron de vacaciones forzadas 90 días. Ese 2009 también sancionó a Leandro Fleitas y con su informe lo sacó del campeonato. Este 2010 ya se hizo famoso: le sacó roja a Reimond Manco en una jugada en que casi le rompen las piernas. Con ese CV, Pocho Alarcón casi se desmaya cuando le dijeron que este traductor de idiomas será el hombre del Alianza-Aurich del miércoles 10 en Matute. “Lo que declara el señor Alarcón es un disparate”, contestó Rojas en su legítima defensa. No hay derecho. No hay que calificar a un hombre solo por el pito.

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