Los diablos azules

Publicado por: Magenta Sport On 11:56
Por Pedro Canelo

Roberto Ovelar es un delantero que salió a la cancha con el alma prestada. Un jugador que, como los condenados a la pena capital, corría por el campo con la etiqueta de hombre muerto. Nadie lo quería. Ni sus dirigentes, ni su técnico. Le golpearon en el orgullo y él respondió. Los búfalos saben atacar por sorpresa. En su día más difícil, el paraguayo se reinventó y con goles pagó su eterno seguro de vida.

Cuatro goles, máximo anotador del campeonato y con la barra coreando su nombre y apellido. A Ovelar lo quisieron prestar y hoy, a apenas solo un mes de su exclusión del primer equipo, se autodenominó como imprescindible en el once blanquiazul.

Que hablen los directivos, que declare otra vez el buen Costas. Alguien se equivocó con Ovelar. No está en el ránking de goleadores del mundo como “Zlatan” Fernández o el “Zorrito” Aguirre, pero el paraguayo ha hecho méritos para entrar en la terna.

Alianza Lima jugó con el mejor de los ritmos ante un complicado Sport Boys. Si sus jugadores no hubieran completado una jornada con un rendimiento de promedio de “6” lo más probable es que el resultado no hubiera sido el mismo. Porque los porteños también corren, meten y se rebelan. Porque este equipo de “Titín” Drago puede hacer daño a cualquiera en este torneo, pero con los victorianos se quedó algo lejos.

Como si ese sistema de rotaciones comenzara a funcionar en Alianza, como si ese refresco que Costas les da motivara un alto vuelo en el once íntimo. Hay mucha dinámica, buena marca y definición. Suficiente para hacer daño en el campeonato local, suficiente para ser, de momento, otro de los líderes del torneo.

MONTAÑO ROSA
Siempre con Sport Boys, Johnnier Montaño aparece. Es la ley del “ex”. Siempre oportuno y decisivo. El colombiano jugó uno de sus mejores partidos en la temporada y, junto con Alexander Sánchez, desarmaron la última línea porteña, cada vez que se animaron por una gambeta letal.

Me gusta Alianza Lima y, sobre todo, me gusta que todo el plantel esté parejo. No se siente el recambio y en solo un mes, Gustavo Costas ha logrado pararse seguro en la Copa Libertadores y en el torneo local. Repitió la fórmula Reynoso y sonríe.

La rotación seguirá, y Costas respirará tranquilo si el rendimiento se mantiene en estado superlativo. Eso sí, alguien debería mandarle una carta de disculpas a Roberto Ovelar. Lo trataron como reo cuando él, con cada uno de sus goles, le regala a la hinchada blanquiazul el más urgente grito de libertad.

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