Lo que Varguitas no dijo

Publicado por: Magenta Sport On 10:37
Por Miguel Villegas

1. PLAYA BLANCA
El niño Juan Manuel creció oliendo a mar. Al mar de la Costa Verde. Cada vez que podía —o mejor, cada vez que se escapaba de mamá Carmen— bajaba desde su barrio en Magdalena y se pasaba la tarde entera en la playa Las Sombrillas, en Barranco. Allí conoció y conquistó a Blanca Rodríguez, el amor de su vida, su esposa. Era inicios del 2000. En el Facebook personal del crack de la Fiorentina hay unas fotos inéditas de esos años maravillosos a las que solo tienen acceso su círculo más íntimo. Varguitas todavía usaba ese viejo corte escolar, la ropa que le conseguía el “Puma” Carranza de una firma deportiva; estaba flaco, ojeroso pero con ilusiones. La playa le trae los mejores recuerdos. Las postales del primer amor. El único.

2. TATUADA EN MI CORAZÓN
Vargas es un hombre felizmente casado (y cazado). Lo ha dicho en casi todas sus entrevistas y cada vez que se ha referido a la mamá de sus hijas Luana y Anica Lía, repite: “Ella es mi ángel”. La pareja Vargas-Rodríguez ha decidido inmortalizar esa metáfora a través de un tatuaje. Blanca tiene un par de alas de ángel en la nuca y Juan Manuel igual. Es su sello. Es su secreto.

3. VARGAS DE LA PATADA
A fines del 2009, “La Gazzetta dello Sport” le hizo una nota al Loco. Vargas estaba de moda. ¿Cuánto le pones de puntaje a tu pierna izquierda y cuánto a tu derecha? “Veinte a la izquierda, cero a la derecha”, respondió, con evidente ironía. No mentía. Vargas es un jugador de la patada por una poderosa razón: de chico, cuando andaba por el cuarto año de secundaria, se dedicó al taekwondo. Su pasión por las artes marciales no acabó ahí. Cuando en el 2005 firmó por Colón de Argentina, conoció a un entrenador argentino que le enseñó el K-1, un deporte de combate que mezcla lo mejor del muay thai, karate, taekwondo, kickboxing y boxeo. Con razón Vargas ataca con la potencia de un tren.

4. CORAZÓN DE POETA
Al “Puma” Carranza le dice “Mi capitán”. A “Cuto” Guadalupe lo llama “Mi hermano”. Y a Chalaca “Mi segundo papá”. No sorprende entonces que el gran ídolo de niño del zurdo Vargas sea el mejor de todos: César Cueto. Vargas es un tipo excesivamente frontal y esta es una prueba de que su discurso no es necesariamente político. El portal web Delgol.com consigna que este hombre de izquierda admira al fenómeno aliancista. Para el amor, el peruano no conoce límites.

5. TODO POR MI MADRE (ALEJANDRINA)
Vargas está al lado del “Bichi” Fuertes y en un rato anotará un golazo de tiro libre. Es el Colón 2005 frente al futuro campeón argentino, Boca Juniors. Y es la Bombonera. Y el arquero al que tiene al frente es Abbondanzieri. Y en la bandeja visitante está su viejo. Y un poco más arriba —pero cada vez más cerca— mamá Aleja, la abuela de Juan Manuel, la mujer a la que le copió los gestos, la sonrisa. De la que heredó el anillo que besa cada vez que anota un gol. Al día siguiente el diario “Olé” escribió: “Novela de Varguitas”, y hablaba de que ya costaba varios millones de dólares. El entonces lateral izquierdo solo quería que esa noche del Clausura argentino mamá Aleja se le apareciera en sus sueños y le narrara un cuento. Como cuando era chibolo.

6. ESE CARRO ES MÍO
El diario italiano “Tuttosport” es clarito: Real Madrid ha mejorado la oferta por el peruano y ahora ofrece 25 millones de euros por llevárselo al Bernabéu. Nada mejor para sus hinchas que volverlo a ver de merengue. Si eso es cierto, el extremo criado en Fertisa y Campo Mar “U” es el jugador peruano mejor cotizado en el mercado europeo. Vargas tiene 26 años. Hace quince no era así. Varguitas era un adolescente piconazo que se ganaba unos soles cuidando carros en su barrio de Diego Ferré 430. “Tío, tío, le cuido su carro”, era su estrategia comercial. Las primeras monedas iban para casa. Allí donde un niño soñaba con ser ídolo en la “U” y luego, gracias a Dios, ganar millones.

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