Aquella maldita tarde

Publicado por: Magenta Sport On 15:57



Michael Schumacher era tan frío como un cajero automático. El día que falleció su madre, por ejemplo, adormeció el dolor y se hizo presente —horas después— en el trazado de Imola para correr, ganar y subir al podio con un simple listón negro. Por eso sorprende sobremanera que la única vez que Schumacher se quebró ante la prensa fue en la conferencia del GP de Italia, del 2000, tras su cuadragésima primera victoria que le permitió igualar el récord de Ayrton Senna. Aquellos dos minutos de sollozos y lágrimas, que humanizaron a Schumacher, deben ser una de las mejores muestras de lo que el brasileño significó para la categoría. (Continuar leyendo>>)

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