El drama de ser segundo

Publicado por: Magenta Sport On 14:28



Apenas Ayrton Senna falleció, el 1 de mayo de 1994, Rubens Barrichello sintió sobre sus hombros la responsabilidad de devolverle la alegría a la afición brasileña, a ese pueblo que tras Fittipaldi (1972 y 1974), Piquet (1981, 1983 y 1987) y Senna (1988, 1990 y 1991) se había acostumbrado al calor de los títulos. Por ello, cuando en el GP de Bélgica de 1994 consiguió la “pole” y sorprendió a todos convirtiéndose en el piloto más joven en alcanzar ese logro, Brasil observó en él —tal vez con más ilusión que argumentos— a su potencial nuevo ídolo. Una condición que se repotenció en el 2000 cuando Ferrari, el gran sueño de todos los pilotos, decidió ficharlo. (Continuar leyendo>>)

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